viernes, 25 de abril de 2014

FE EN EL FUTURO


Hay momentos en nuestro camino que determinadas circunstancias variadas van agrupándose y formando una especie de racimo energético que constituye con su irradiación una invitación de elevada potencia al cambio, al movimiento, a iniciar una nueva etapa en nuestras vidas. Dejar atrás, soltar, desprenderse, desapegarse… de personas, de cosas, de sueños, de esperanzas, de proyectos, de ideas, de lugares, de paisajes… dejar atrás el pasado, a quien valoramos por todo lo bueno que nos aportó, por la esperanza de futuro y los proyectos que había en él, y avanzar hacia el futuro, dejar atrás, aunque duela, hay que seguir.




“La vida es un proceso dinámico y lo que torpemente llamamos “el presente” es sencillamente el movimiento que nos lleva del pasado al futuro”.

Es este proceso de desapego, de “no posesividad” de aquellas personas o cosas que nos han proporcionado felicidad o placer, el que ponemos en marcha cuando nos hemos comprometido con una vida de transcendencia puesto que la vida espiritual nos invita a superar la subordinación a la naturaleza y a sus deseos biopsíquicos.

Dejamos atrás entonces los recuerdos emotivos y sentimentales, y salimos de la esfera psíquica -en la que tan a menudo entramos cuando nos influye la energía de Piscis o de Neptuno- para mirar con “FE vibrante y creativa el futuro.”



(Extractos de la obra de Dane Rudhyar, Astrología y vida espiritual)

martes, 15 de abril de 2014

A cuantos aman la azul lejanía




El escocés Rober Louis Stevenson nació un 13 de noviembre, el Sol se sitúa en el signo emotivo de agua de Escorpio (donde además aparecen Marte y Mercurio), pero me llama la atención de este peculiar viajero la posición de Júpiter en Libra, único planeta en un signo de aire. Stevenson escribió este bello poema recogido en Cantos de viaje. Un pequeño gran trígono, o triángulo azul, formado por Venus en Sagitario, Plutón y Urano en Aries y todos convirtiendo en focal al místico Neptuno en Piscis (¡el mar!), podrían bien traernos esta visión de "la ciudad dorada".

Quería compartir este sencillo pero magnífico poema en este día de la semana de Pascua celebrando el eclipse penumbral de una Luna llena en el signo de Libra, precisamente. A todos los buscadores y trabajadores por un mundo de armonía y belleza.


A cuantos aman la azul lejanía:

los que desde el alba a la noche, buscando
fugitivos rincones camináis
sin desalentaros en la vana búsqueda;

los que río cantarín abajo,
zagual en mano, joviales remáis
salpicando al sargo saltarín
o fondeáis en la raíz del sauce;
los que, más osados, de la fangosa ribera
zarpáis, llevando aquel arca de cedro
entre aves marinas y el rugido
del mar inmenso, tan profundo y tan claro;
o los que, en fin, marcháis adonde vuestro corazón
os lleva
sin importaros otra cosa, y oís,
sentados junto al fuego del hogar,
ruido de pasos en Utah o Pamere: 

aunque largo el camino y duros sean
el sol y la lluvia, el rocío y el polvo,
aunque en la desesperación y el ansia del camino
enterrados queden los mayores, y extravíense los hijos
al final, oh amigos, estad seguros
de que suceda lo que suceda, allá en el horizonte,
en el confín de los confines,
veréis aparecer la ciudad dorada.





(Derechos Fotografía: Daniel Sallai Photography)